La corrupción de CDC hace tiempo que no es presunta: ya en 2013 el juez concluyó que se había lucrado de forma "irregular", al haber recibido al menos 5,1 millones € en comisiones de Ferrovial (ver aquí y aquí). Es por eso que a día de hoy el partido de Artur Mas tiene 15 sedes embargadas. En el caso del 3% las pruebas se acumulan y ya nadie puede negar que existió.
Vamos, que tenemos un muerto (hay delito) y sólo falta saber quién lo mató: las responsabilidades individuales, que sin duda salpicarán o empaparán a la cúpula del partido.
En el PP, tres cuartos de lo mismo y con el 3% (Correa dixit) como común denominador de la derecha estatal.
Hasta dónde están protegidos Rajoy y Mas, ya lo veremos. Aunque quizás en el fondo se protejan uno al otro... ¿podría ser?